Por Ian Morales

El 6 de Julio corresponde a una fecha bastante peculiar en la Historia de Chile, esto debido a que coinciden los natalicios de los padres fundadores de la izquierda chilena: Luis Emilio Recabarren y Marmaduke Grove.

Luis Emilio Recabarren (1876-1924) fue un obrero tipográfico y dirigente revolucionario, se le recuerda principalmente por su labor editorial y pedagógica. En 1912, Recabarren funda el Partido Obrero Socialista, el cual en 1922 adhiere a las condiciones de la III Internacional y pasa a ser el Partido Comunista de Chile. Por su parte, Marmaduke Grove (1878-1954) fue un militar de carrera, miembro activo en los movimientos militares de 1924, se le recuerda por su participación en la naciente Fuerza Aérea de Chile, su participación en la breve Republica Socialista (de la cual fue Ministro de Defensa) y por ser uno de los miembros fundadores del Partido Socialista de Chile.

Ambos personajes, tan distintos entre sí, son poseedores de varios méritos comunes que merecen ser recordados y celebrados.

Un punto común entre ambos personajes es la vocación socialista y revolucionaria, basada en la aguda observación y feroz crítica que ambos personajes hicieron a la sociedad chilena de aquella época. Desde principios del Siglo XX, Luis Emilio Recabarren abogaba por la causa del socialismo desde su tribuna periodística, entendiendo a esta doctrina como la única solución a la “Cuestión Social”:

“En medio de tantos defectos que causan miserias dolorosas, el socialismo nace como un remedio único y necesario. El socialismo surge, entonces, exponiendo su sublime doctrina de justicia, de amor, de derecho estrictamente legal y natural. Para justificar el derecho del socialismo, explicaremos en varios capítulos las distintas razones que constituyen su base de acción.

Para combatir al socialismo se invocan argumentos de todas clases y, entre ellos muchos históricos. Se llega a decir que el socialismo es irrealizable sólo porque va a transformar todo lo que se ha hecho -con el trabajo de tantos siglos. Otros dicen que si el socialismo llega a realizarse será después de muchos siglos. También el presente es obra de muchos siglos. Penetremos, pues, en la historia y constatemos sus acciones”.


El espíritu crítico ante la injusticia y encausado hacia la revolución también se percibe en los discursos de Marmaduke Grove:

“Disciplinemos nuestros cuadros; organicemos nuestra victoria. Forjemos con nuestras juventudes disciplinadas y las mujeres de la clase trabajadora unidas a los organismos bases de nuestro Partido los instrumentos con los cuales daremos la batalla decisiva contra la reacción entronizada en el poder desde nuestra primera Independencia. Tenemos que hacer para nuestro pueblo la segunda independencia. Y esta vez, del capital o extranjero y de la plutocracia terrateniente que domina y asfixia todas las manifestaciones de la vida nacional que oprime y explota despiadadamente a nuestra clase trabajadora y -que cierra el porvenir a nuestra juventud”.

Otro aspecto interesante de destacar, común a ambos próceres, corresponde a su patriotismo. Luis Emilio Recabarren era un convencido internacionalista y en varias ocasiones fue acusado de ser “anti-patriota” por culpa de sus escritos. Pero en su discurso “Patria y Patriotismo”, Recabarren explica la compatibilidad del patriotismo con los ideales del internacionalismo y el pacifismo:

“Amar a la patria, amando la patria de los otros hombres, es amar a la humanidad. Amar a la familia, amando las otras familias, es amar la patria. Amarse a sí mismo, para amar todos igual, es amar la familia. Y simbolizamos nuestro amor a la madre, con el amor a la Humanidad. Y simbolizamos nuestro amor a la mujer, a la compañera de la vida, con el amor a la patria. Y simbolizamos nuestro amor a la hija con el amor a la familia y a nuestros semejantes. En esta forma de amores que el socialismo lleva en su seno es donde los socialistas, poco a poco, van impregnándose y formando sus sentimientos, con los cuales han de llegar a la vida práctica. Eso es el patriotismo socialista. Amando las patrias ajenas, si así podemos hablar, conquistaremos el amor de los patriotas de los otros países para nuestra patria.

Odiar la patria ajena es provocar el odio para nuestra patria. Yo no quiero que nadie odie mi patria, por eso amo las patrias de todos. ¡Así, amamos la patria! ¿Nosotros enemigos de la patria? ¡Jamás! ¿Nosotros ofender una bandera? ¡Jamás!” En cambio, el patriotismo de Marmaduke Grove es bastante más directo. Como ejemplo tenemos este discurso, con ocasión de su precandidatura presidencial de 1937 en el cual Grove proclamó: “Gracias, camaradas y amigos míos, gracias por esta nueva, oportunidad que dais a un disciplinado militante socialista para que pueda otra vez; y en mayor grado que otras entregar todas sus energías a la causa del socialismo, que es la causa del pueblo y es la causa de la patria chilena, del verdadero Chile, del Chile unificado de los trabajadores del músculo y del espíritu. ¡Viva el socialismo! ¡Viva Chile socialista! ¡Viva el Partido Socialista!"


Otro importante aspecto del pensamiento de ambos personajes es su vocación internacionalista. Como se mencionó anteriormente, Recabarren (como buen representante del movimiento socialista internacional) era un pacifista y condenaba los crímenes de las guerras:

“No luchamos, ni nos hemos preocupado jamás contra la bandera nacional. Quisiéramos ver todas las banderas del mundo, formando hermoso conjunto abrazadas con la internacional, símbolo grandioso de la paz. En las fiestas actuales, muy a menudo, vemos salones arreglados con multitud de banderas de distintos países, sin que nadie su extrañe de ello.

¿Qué es lo que vemos en una exposición? Multitud de banderas de distintos países. Así, pues, no hay ultraje ni nada. Opinamos simplemente que, algún día, abrazará a los hombres de la tierra una sola bandera. ¿No encontráis hermoso el pensamiento?

Para el caso de Grove, su internacionalismo poseía un cariz más latinoamericanista y soberanista (inspirado en el ideal del APRA, partido político de Víctor Raúl Haya de la Torre). Como ejemplo, tenemos este discurso publicado como “Manifiesto Socialista”: “Para que nuestra importancia en la política mundial sea efectiva y permita una colaboración real y positiva al triunfo universal del socialismo, es preciso lograr antes la unión de los pueblos latinoamericanos. Esta unión debe ser pues, nuestro primer objetivo. Porque constituye la necesidad más imperiosa de nuestro destino. […] Si la unión de América es la obra de los trabajadores, ella será duradera y útil; en caso contrario, será una utopía, tanto o más peligrosa, cuanto que simula satisfacer una intensa aspiración de millones de hombres, que viven sometidos a la dominación extranjera”.


Por último, cabe destacar la participación de ambos personajes a la lucha por la emancipación femenina. En 1916, Recabarren dictó una conferencia titulada “La Mujer y su educación” en la cual expuso el rol que juegan los socialistas en la liberación de la mujer y como la opresión de estas a lo largo de la historia ha significado un atraso en la emancipación de la humanidad:

“Si hoy educamos a la mujer, si perseveramos en educarla, poco a poco iremos perfeccionando el mundo, llenándolo de felicidad y cuando el mundo esté pleno de saber, de felicidad y de paz por Io mismo, entonces ya no existid el mal, o sea la iglesia que es su causa. Habrá desaparecido junto con la ignorancia de la mujer”.

Por su parte, Marmaduke Grove fue uno de los Senadores quienes en 1945 propusieron el proyecto de voto femenino para elecciones presidenciales y parlamentarias. Sobre esto nos relata Moira Brncic (sobrina-nieta de Grove):

“La campaña por el voto de la mujer fue ardua, pero los tiempos del Frente Popular sensibilizaron a la opinión pública al respecto. No existía causa alguna para negárselo, constitucionalmente. El proyecto de ley fue presentado por los senadores: Marmaduke Grove, Elías Lafertte, Arturo Alessandri, Rudecindo Ortega y Horacio Walker en 1945 y aprobado por ambas Cámaras. Tres años se promulgó con la firma del presidente Gabriel González Videla con el número 9.292 de Sufragio Femenino, un día 8 de enero de 1949”.

Como se pudo apreciar en este resumen, ambos personajes históricos merecen ser revisitados con mayor atención. Sus ideales de transformación radical y justicia social marcaron la pauta de acción de los dos partidos proletarios de nuestra historia reciente. En su legado perviven valores de solidaridad y patriotismo que es menester rescatar y actualizar para la construcción de un Chile Mejor.

Trabajos citados

Brncic, M. (2003). Marmaduke Grove: Liderazgo ético. Santiago de Chile: Tierra Mía. Obtenido de http://www.socialismo chileno.org/PS/grove/Marmaduke.pdf

Grove, M. (1934). Manifiesto Socialista. Santiago de Chile. Obtenido de https://www.socialismo-chileno.org/PS/folletos/33-39/bro-758-14/bro-758-14.html#page=8

Partido Socialista de Chile. (1937). Grove a la presidencia. Santiago: Secretaría Nacional de Cultura y Propaganda. Obtenido de https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/37084/1/194136.pdf&origen=BDigital

Recabarren, L. E. (1916). La Mujer y su educación. Punta Arenas: El Socialista. Obtenido de https://www.marxists.org/espanol/recabarren/1916-la-mujer-y-su educacion.pdf

Recabarren, L. E. (1971). Patria y patriotismo. Iquique. Obtenido de http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:7697

Recabarren, L. E. (2002). El Socialismo ¿Qué es y como se realizará? Obtenido de ARCHIVO CHILE: https://www.marxists.org/espanol/recabarren/xi-1912.htm#topp