Pensar a futuro un país desarrollado, industrializado y justo es inseparable de pensar también los medios materiales que harán esto posible. En ese sentido, la conectividad y el transporte, tanto de personas como de bienes materiales, son aspectos fundamentales para impulsar el desarrollo material y humano del país, así como para sostenerlo y perfeccionarlo a largo plazo.
Con el asentamiento del neoliberalismo se impuso en nuestro país un proceso sucesivo de desindustrialización, lo que incluyó la desarticulación del sistema nacional ferroviario. El rol trasportista cayó principalmente en manos del rubro camionero y de las cadenas de buses interurbanos, quienes vieron con buenos ojos la eliminación de los ferrocarriles, toda vez que un solo tren puede tener la capacidad de transporte de 100 camiones. Un sistema transportista basado solo en buses y camiones es totalmente atrasado e incompatible con un país que busque el desarrollo, la industrialización y la planificación a largo plazo.
Todos los criterios indican que el ferrocarril es el medio de transporte idóneo para para las necesidades de un país como el nuestro, con un largo territorio y una compleja geografía que conectar. La interconexión y la agilización de los viajes y transportes son motores fundamentales del desarrollo, a lo que hay que sumarle ventajas medioambientales. Todo esto supera con creces a los medios de transporte disponibles actualmente, cuyas desventajas son evidentes.
Chile no solo debe volver a ser un país de trenes, sino que también debe hacerlo de forma planificada, con trenes de alta tecnología, conectando a la gente de todo el territorio y a los diversos sectores productivos nacionales estratégicos. Pensar el desarrollo en todo ámbito es indisoluble del pensar un medio para conectarlo y transportarlo.
Es por eso que, considerando que nuestras finalidades esenciales como Círculo son la industrialización del país, el fomento de la ciencia, la inversión de bienes de capital y el desarrollo humano, vemos en la reconstrucción de un sistema de trenes altamente avanzados un pilar fundamental para conectar un nuevo Chile independiente y soberano.
Unir todo el país a lo largo y a lo ancho con un gran ferrocarril nacional es más que un sueño, es una necesidad para refundar Chile.