Los constantes bombardeos a la Franja de Gaza propiciados por Israel como resultado de la insurrección popular palestina gazatí, con el apoyo del grupo integrista islámico Hamas el 7 de octubre de 2023, dieron como resultado una seguidilla de muertes del bando palestino. La mayoría de la opinión pública mundial ha logrado finalmente convencerse de que esto ya no se trata de una guerra, sino de un genocidio. A los incautos e ilusos se les explica que todo es para lograr el sueño de retornar a un supuesto origen histórico, pero reestructurado a tiempos modernos. Se hace alusión a la totalidad de los territorios que alguna vez fueron parte de los antiguos reinos de Judá e Israel según el Antiguo Testamento. En parte, esto es cierto, encaja con la narrativa sionista, dada la existencia de colonos israelíes en la región palestina de Cisjordania.
El Estado de Israel pretende el control territorial de la costa mediterránea circundante y por extensión, su mar. Ello permite la libre creación de plataformas petrolíferas en la costa israelí del Mar Mediterráneo (Balboa, 2025) con la complicidad pasiva de una región relativamente neutralizada de gobiernos y grupos armados considerados hostiles por Tel-Aviv de acuerdo al Plan Escudo de Abraham para moldear parte del Medio Oriente (abrahamshield.com, s.f.)
Asimismo, tal como en su tiempo los sionistas instrumentalizaron y mercantilizaron la narrativa del Holocausto en el III Reich para justificar un Estado Sionista que ocupe Palestina, actualmente se ha desembocado una oleada masiva y mundial de antisionismo, y críticas al actual del gobierno israelí sin negar, por supuesto, que en no pocas ocasiones, la línea divisoria entre estos y el antisemitismo clásico se torna muy delgada y difusa. Es importante entenderlo ya que el denominado Estado de Israel se asienta en estas bases (poderosas por lo demás a nivel comunicativo en Occidente).
Las contradicciones que ha supuesto el Estado de Israel, inmerso en medio de Estados árabes-musulmanes y sobreponiéndose sobre uno preexistente gracias a la intervención de la ONU en 1948. El régimen ha intentado, con el paso de las décadas, hacer buenas migas con las potencias petrolíferas de la Península Arábiga, sobre todo Arabia Saudita (Knipp, 2024). Por el otro extremo, casi en solitario, tenemos a un país que desde su revolución en 1979, se ha negado rotundamente, no sólo a negociar, sino ni siquiera a reconocer la existencia del Estado Israelí, al punto de respaldar la causa palestina entablando contactos con grupos como Hezbolá desde el Líbano para hacer la guerra de forma directa, pero no declarada ni a campo abierto. Hablamos, por supuesto, de la República Islámica de Irán.
La Operación Promesa Verdadera está siendo, a la fecha de la publicación de este artículo, todo un éxito militar para el León Persa [1] como represalia contra Tel-Aviv por el genocidio contra la población palestina gazatí. Estamos en una fase de máxima tensión, cualquier movimiento brusco podría desencadenar una escalada sin precedentes con importantes consecuencias a nivel global. A raíz del ataque al territorio soberano Iraní, este último ha respondido con misiles que sobrepasaron la Cúpula de Hierro, impactando en ciudades como Haifa y Tel-Aviv, esta última como la capital de facto del Estado sionista. Los bombardeos entre ambos Estados se ha vuelto una constante que ha dejado al resto del mundo con miedo e incertidumbre. Principalmente, porque el conflicto entre ambos Estados tiene probabilidad real de escalar a conflicto nuclear: aquellas famosas bombas que desde su uso por primera vez en la historia contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki por los EE. UU., ahora poseen un nivel de destrucción bastante superior, suficiente para destruir en un abrir y cerrar de ojos ciudades del tamaño de Tokio, Nueva York, Londres, Shanghái, Ciudad de México o Moscú.
Debemos tener en cuenta que a pesar del TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear), hay cinco países que lo firmaron y son poseedores del estatus de “Estados nuclearmente armados”, estos son: Rusia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y China. Por otra parte, hay Estados que no han firmado el Tratado, por lo que pueden tener este mismo estatus de forma no oficial, y que no se sabe a ciencia cierta si poseen capacidad nuclear o el número de ojivas que podrían tener. Ese es justamente el caso del Estado de Israel (Haas, Bárbara, 2025), sólo que en este caso si existe certeza de la capacidad nuclear.
Gracias a la información filtrada en 1986 por el ex técnico nuclear israelí Mórdejai Vanunu (secuestrado por el Mossad en dicha época y posteriormente, en corto plazo, condenado a dieciocho años en un juicio a puerta cerrada) el diario británico The Sunday Times difundió que el régimen, en efecto, tiene un programa de desarrollo de “armas de destrucción masiva” y para ese entonces habría poseído alrededor de unas cien ojivas nucleares. Puede inferirse que a lo largo de las décadas, este número ha de ser mucho mayor (Drummond, 2025). Un caso similar es el de Irán, pero cuya certeza de posesión de este tipo de armamento es incierta; no se sabe cuál es el desarrollo de la capacidad nuclear del país, pero tendría todas las capacidades para desarrollar su propio programa nuclear aunque de momento no tendría ojivas, aunque sí tiene centrales de energía nuclear como las que atacó EE.UU hace unos días atrás y cuyos misiles, de acuerdo con algunas fuentes, no habrían dado con los objetivos establecidos (Fuentes, s.f.).
Hace unos pocos días ha acaecido un anuncio de cese al fuego de forma no oficial, lo que significa que, considerando la hostilidad, podría suponer un receso a fin de reanudar los ataques aéreos más adelante con mayor planificación y escala en términos armamentísticos. Es aquí donde Tel-Aviv podría, en su afán de eliminar a uno de sus enemigos jurados, la República Islámica de Irán, utilizar su arma más letal y de mayor alcance: el Jericó III, también conocido como YA-4. Hablamos de un misil intercontinental de dieciséis metros de altura y veintinueve toneladas cuya onda expansiva podría alcanzar entre los 4.800 y los 6.500 kilómetros (son estimaciones, debemos considerar el extremo secretismo de parte del Estado israelí en cuanto a su armamento) (Mayen, 2025).
Cabe destacar que Bínyamin Netanyahu ha utilizado la guerra para distraer a la población israelí y opinión pública mundial de los casos de corrupción que se le acusan. Utilizando la narrativa del preludio a una posible e hipotética Tercera Guerra Mundial que, por lo visto, ahora sí podría tener lugar en un futuro próximo.
¿Por qué el nombre “Jericó”? Otrora el conflicto en Siria que devino en convertirla en un hoyo negro y posible caldo de cultivo para operaciones militares israelíes, en esta ocasión, también podemos recoger simbolismos y metáforas varias que nos permiten interpretar el conflicto actual. El muro de Jericó, paradójicamente ubicado en la Gobernación de Jericó, en la Cisjordania palestina que todavía resiste a la invasión de los colonos israelíes, representó en tiempos bíblicos una importante barra de contención o protección defensiva, probablemente contra elementos foráneos invasores. Fue el muro que, de acuerdo con el Antiguo Testamento, los antiguos israelitas cruzaron por mandato divino para destruir Jericó mismo en sacrificio a la deidad israelita hegemónica de su teología, sin embargo, notamos que el muro fue tan débil de acuerdo con la Biblia que los Hijos de Israel pudieron cruzar sin mayor problema. De estallar la bomba en Teherán u otra ciudad importante Iraní como Qom o Tabriz,podría correr el riesgo de ser una nueva Siria o Libia. En efecto, si llegase a fracasar el Plan Escudo de Abraham [2] las probabilidades de utilizar el último recurso podrían ser altísimas.
En escenarios con tal nivel de incertidumbre podría resultar en el inicio del bloqueo del estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico (colindante con las petromonarquías de la Península Arábiga cuyas administraciones ejecutivas mantienen cordiales relaciones con el Estado de Israel), lo cierto es que la república islámica corre serio peligro (Belkaïd, 2020).
Para concluir: ¿Será posible que Netanyahu, en su constante paranoia y sentimiento de persecución, se atreva a utilizar el Jericó III en caso de una escalada mayor? Debemos ser realistas, Irán casi no tiene aliados y su contraparte goza del apoyo del mundo occidental. No es desconocido para nadie, el fortísimo lobby en países como EE. UU que ejerce el Sionismo, presionando constantemente a enviar capital para sostener la guerra.
Podemos decir que en buena medida la suerte ya está echada; la escalada será inevitable dado el bombardeo iraní a Haifa y Tel-Aviv, evento que los israelíes jamás olvidarán y, ya acostumbrados a portar armas tanto contra civiles inocentes como a miembros de grupos armados dentro de la propia Palestina, harán todo lo posible para reducir a su mínima expresión el régimen de los ayatolás y así cumplir sus planes de “pacificación” de un Medio Oriente diseñado por y para los intereses sionistas, cuestión que ha logrado gradualmente a través de relaciones bilaterales exitosas con gobiernos de la región. Ahora, la última palabra recae en Irán, que está prácticamente solo en la región; Rusia apenas intervendrá por la concentración que ha supuesto la guerra con Ucrania, aunque servirá de mediador (misma inacción y misma propuesta hecha durante y después de la Segunda Guerra del Nagorno-Karabaj); China, acostumbrada a tratar con regímenes considerados por muchos gobiernos occidentales “dictatoriales” como el iraní, observa con cautela a esperas de jugar sus mejores cartas en el momento preciso; Pakistán podría, por proximidad geográfica, ayudar un tanto más al gobierno iraní en desmedro del Estado sionista siendo éste un socio muy importante para su rival geopolítico más importante que es la India, país con el cual ya está al borde de una guerra por el dominio definitivo de Cachemira (Blarel, 2023).
Notas
[1] Irán
[2]https://abrahamshield-org.translate.goog/en/plan?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc
Referencias
abrahamshield.com. (s.f.). Obtenido de https://abrahamshield.org/en/plan
Balboa, C. (18 de Febrero de 2025). Unav.edu. Obtenido de https://www.unav.edu/web/global-affairs/la-guerra-en-gaza-lastra-los-proyectos-de-gasoducto-de-la-region
Belkaïd, A. (Diciembre de 2020). lemondediplomatique.cl. Obtenido de https://www.lemondediplomatique.cl/2020/12/idilio-entre-los-paises-del-golfo-e-israel.html
Blarel, N. (17 de Noviembre de 2023). time.com. Obtenido de https://time.com/6336217/india-modi-pro-israel
Drummond, M. (23 de Junio de 2025). news.sky.com. Obtenido de https://news.sky.com/story/why-israel-has-long-been-believed-to-have-a-nuclear-weapons-programme-13386345
Fuentes, F. (s.f.). ww.msn.com. Obtenido de https://www.msn.com/es-cl/noticias/other/primeras-evaluaciones-de-inteligencia-de-eeuu-sugieren-que-los-ataques-contra-ir%C3%A1n-no-destruyeron-instalaciones-nucleares/ar-AA1HlNpX
Haas, Bárbara. (17 de Juno de 2025). Obtenido de www.biobiochile.cl: https://www.biobiochile.cl/noticias/servicios/explicado/2025/06/17/los-9-paises-que-hoy-tienen-armas-nucleares-y-cuales-no-firmaron-el-tratado-de-no-proliferacion.shtml
Knipp, K. (10 de Enero de 2024). www.dw.com. Obtenido de https://www.dw.com/es/arabia-saud%C3%AD-el-socio-controvertido-en-el-conflicto-en-gaza/a-67945933
Mayen, B. (17 de 06 de 2025). www.milenio.com. Obtenido de https://www.milenio.com/internacional/asi-es-misil-nuclear-jericho-3-israel-podria-usar-contra-enemigos
www.bbc.com. (18 de Junio de 2025). Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/articles/c5yp30zwz7go
www.bibliaon.com. (s.f.). Obtenido de https://www.bibliaon.com/es/muro_de_jerico/