Es complejo resumir las múltiples contribuciones del profesor Soublette al estudio y conocimiento profundo de la chilenidad. Iniciando por su labor como folklorista y musicólogo, recuperando la sabiduría contenida en las expresiones cotidianas artísticas y reflexivas de los campesinos y pobladores rurales del país, así como su colaboración con destacados artistas folklóricos nacionales como Margot Loyola, Héctor Pavez y Violeta Parra. Es de destacar también su estudio concienzudo de la filosofía y religión de las culturas orientales y sus vínculos con la religiosidad cristiana popular y la sabiduría del pueblo mapuche. O su labor continúa como académico en diversas universidades chilenas, especialmente su trabajo en el Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Desde nuestro espacio no dudamos ni un instante en reivindicar la obra y las reflexiones ofrecidas generosamente por el maestro Soublette al pueblo de Chile. Libros como "La Estrella de Chile", "El Cristo Preexistente", los dos tomos de "Sabiduría Chilena de Tradición Oral" o "Manifiesto: Peligros y Oportunidades de la Megacrisis" junto al documental biográfico "El Sabio de la Tribu", así como sus múltiples entrevistas, nos invitan a la reflexión, reivindicación y cuestionamiento sobre los aspectos más cruciales de nuestra identidad nacional así como también a repensar nuestro futuro como civilización a nivel global.
El Profesor Soublette fue un estudioso de la sabiduría popular, discípulo de Violeta Parra, estudió refranes, símbolos, ritmos, canciones, poemas, vestigios del sabio popular. Sus investigaciones se remontan a tiempos prehispánicos. En una entrevista del año 2015 en el contexto del Premio Nueva Civilización 2015, declara que los antiguos habitantes de Chile que defendieron esta tierra, no peleaban solo por la defensa de un ecosistema, sino por una sabiduría única en el continente, desarrollada aquí al fin del mundo, un pensamiento elevadísimo que reconocía la libertad y la dignidad del hombre. Este concepto se heredó culturalmente en las siguientes generaciones populares de chilenos. ¿Seremos capaces los chilenos de hoy, hijos del pueblo, de defender el paraíso como los legendarios guerreros de antaño? Todos somos llamados. Hasta siempre.-