Entre Amenazas

Feb 12, 2025
Por Ian Morales

Nos encontramos en un periodo sumamente rico para el análisis político en Chile. El 2025 se celebran elecciones presidenciales y parlamentarias y la conjunción entre un reciente ciclo electoral a nivel local (elecciones municipales y regionales) y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca como colofón de un movido año electoral marcado por un reforzamiento de las fuerzas conservadoras en varios países del “Norte Global” parecen estar dictando la pauta de un reordenamiento del escenario político-partidista chileno. A continuación, presentamos un paneo general del panorama.

La (momentánea) bancarrota electoral del gobierno:

En un ensayo (que se encuentra inédito por motivos de fuerza mayor) advertí la peligrosa deriva “macronista” que podría tomar el gobierno de Gabriel Boric, el tiempo parece haberme dado la razón. Este gobierno se ve presa de un reformismo timorato que choca de lleno con las propias promesas de cambio radical hechas en campaña y que le pesarán al gobierno hasta que llegue a su fin. Dos recientes medidas ejemplifican este problema: El fin del Crédito con Aval del Estado (CAE) y la Reforma de Pensiones. Si bien ambas reformas contemplan un intento de mejora de la calidad de vida de grupos vulnerables afectados (estudiantes y jubilados), la proyección de dichas políticas públicas contrasta en demasía con las consignas grandilocuentes de campaña. Ya hasta es un meme el “condonaremos el Crédito con Aval del Estado y las deudas por estudiar” de la campaña de Boric. Por su parte, si bien la Reforma de Pensiones despertó la oposición frontal del gremio de las AFP, la reforma propuesta por el gobierno ha sido criticada por no alterar el principio de capitalización individual y mantener la participación del Estado como un subsidio a las administradoras privadas. A 9 años de iniciado el debate sobre el futuro de las pensiones en Chile, el “padre del sistema” José Piñera celebra esta reforma y los actores sociales como la Coordinadora NO+AFP no han tardado en criticarla.

Otro tema recurrente sobre este gobierno es la tensión existente entre los dos bloques que lo conforman. No es poco común desayunarse con personeros de la ex-Concertación criticando o respondiendo a los dichos de personeros provenientes de Apruebo Dignidad o viceversa. La debilidad de la alianza entre las dos coaliciones de gobierno se aprecia tanto en el fortalecimiento electoral de las fuerzas de derecha [1], así como también en la parrilla de liderazgos poco competitivos.

Sobre este último punto vale la pena detenerse. Abundan los titulares sobre la dificultad de las fuerzas gobernistas por encontrar un sucesor para el primer ciudadano. Por un lado, no han demorado en alistarse a la contienda dos lideres de partidos minúsculos (Vlado Mirosevic por los liberales y Jaime Mulet por los regionalistas verdes). Por el otro lado, los pesos pesados de la “Alianza de Gobierno” no parecen encontrar puntos de acuerdo. Las tensiones son patentes entre el PPD y los socialistas, entre si apoyar a un candidato único o uno por cada tienda o si esta debe ser la ministra Carolina Tohá (cuya figura fue duramente golpeada por el Caso Monsalve) o a la expresidenta Michelle Bachelet. Por su parte, tanto en el Frente Amplio como el Partido Comunista repican nombres como el de Gonzalo Winter, Tomás Vodanovic, Daniel Jadue o Jeanette Jara, pero nada está confirmado. El radicalismo fue noticia brevemente por la tentativa de apoyar al perenne Marco Enríquez-Ominami en una quinta carrera presidencial. Por último, desde la DC ha resonado el nombre de su timonel, Alberto Undurraga, pero más polémica son sus condiciones para sumarse a las fuerzas del gobierno, so pena de la exclusión de los comunistas.

Seguramente el lector atento ha reparado en el ligero detalle de que los nombres listados no puntúan bien en las encuestas de opinión a nivel nacional, pero esto muy seguramente irá cambiando a medida que las elecciones se vayan acercando. Un problema que me permito plantear para el futuro cercano es si esta vez las fuerzas del gobierno podrán levantar un liderazgo competitivo con un programa a la altura de las necesidades de los chilenos o si nuevamente tendrán recurrir al miedo e incertidumbre que pueda generar el potencial candidato opositor.

Los tres caballos de la derecha:

Históricamente mejor organizado y recientemente fortalecido, pero también en tiempos de decisión se encuentra el campo de la derecha política. Son 3 los nombres que suenan con fuerza en el sector: Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser.

Sobre la alcaldesa de Providencia no se puede decir muchas cosas nuevas, es la segura representante de la coalición histórica de la derecha chilena (UDI, RN y Evópoli) y es una figura que marca alta aprobación en las encuestas. La novedad va a ser la sinergia que surgirá desde este sector respecto de sus otros dos competidores, como está ocurriendo en países como Alemania, Argentina o Austria, las centroderechas tradicionales coquetean rápidamente con los nuevos liderazgos disruptivos más ideológicamente radicales.

Kast es el fichaje indudable de su tienda, pero una tercera carrera podría no ser una buena opción considerando que ha perdido el componente anti-establishment y outsider (si es que alguna vez lo tuvo) [2] y lo polarizante de su figura. En 2017, el republicano irrumpió en la arena como la amenaza del “Trump Local” y con su siguiente candidatura logró arrastrar un buen porcentaje de votantes de derecha descontentos posicionándolo a la delantera en primera vuelta. Pero el tiempo ha demostrado su desgaste, un par de deserciones en su bancada parlamentaria, la derrota en el Plebiscito Constitucional de 2023 (que refrendaba el texto escrito por una mayoría del Partido Republicano) y su posición en encuestas (principalmente Plaza Pública-CADEM) como una imagen mayoritariamente negativa dan cuenta de ello.

Por último, la sorpresa de la temporada. Johannes Kaiser ha subido como la espuma en distintas encuestas y actualmente se encuentra conformando su propio partido político. El Partido Nacional Libertario, nombre referente al canal de YouTube con el cual el eterno estudiante de Innsbruck se hizo conocido, ya cuenta con el apoyo de 4 diputados (3 ex-republicanos y un ex-RN) y quien sabe cuánto otro dirigente o cargo electo se le pueda sumar a futuro. El proyecto de Kaiser parece tomar nota del escenario mundial, acusando a los otros personeros de derecha como “tibios” o “cobardes”, asemejándose así, tanto en forma anti-establishment como contenido ideológico fusionista, al experimento libertario de Javier Milei en Argentina [3].

Con este escenario, no son pocos quienes temen una segunda vuelta “a la francesa” como en 2002, cuando el gaullista moderado Jacques Chirac se enfrentó al nacional-liberal Jean Marie Le Pen.

La incierta y modesta izquierda popular:

El sector político de la izquierda ajena al gobierno, caracterizado por un no muy buen desempeño electoral, encierra un par de fenómenos que vale la pena analizar. De este sector suenan 3 nombres: Marco Enríquez-Ominami, Daniel Jadue y Eduardo Artés.

Sobre el Ciro Gomes [4] criollo podemos comentar que es una figura reconocible y que ha sabido mantener consecuencia histórica en la defensa de causas progresistas. Desde sus tribunas en redes sociales y medios de comunicación ME-O no ha vacilado en criticar tanto al gobierno como a la derecha, denunciando la pusilanimidad del primero en atender las demandas de cambio del pueblo chileno y la corrupción endémica y la defensa irrestricta del statu quo de los segundos.

El ex-alcalde de Recoleta, a pesar de estar bajo arresto domiciliario, también suena como carta presidencial. A pesar de ser militante comunista (ergo, de un partido de gobierno) y que no pocos personeros de dicha tienda han mencionado su potencial candidatura, la figura de Jadue concita apoyos variados que exceden los limites de la militancia comunista. El precedente más claro de esto es su candidatura primaria del 2021, cuando Jadue fue apoyado por los regionalistas verdes, el Partido Igualdad, Izquierda Libertaria y otros movimientos políticos de menor tamaño. Hasta la fecha, Daniel Jadue es el (pre)candidato comunista más votado de la historia y el número de sus votos excedió a los de su partido en ese año [5].

Eduardo Artés también ha anunciado sus intenciones de postular por tercera vez a la presidencia. El “profe” ha concurrido en dos carreras presidenciales con la “Unión Patriótica”, un partido paraguas que en ambas citas electorales ha nucleado al Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) junto distintas organizaciones de carácter revolucionario. Sin embargo, en la última contienda electoral el PC(AP) decidió concurrir con la “Izquierda Ecologista Popular” [6], coalición integrada por el Partido Humanista, el Partido Igualdad y el Partido Popular.

Los tres personajes reseñados comparten, pese a sus notorias diferencias, ciertas características comunes. En primer lugar, son liderazgos que tienden a exceder en apoyos a sus tiendas políticas, los votos de ME-O no eran los del Partido Progresista, los de Jadue no son los del comunismo y los de Artés no fueron los de la UPA. En segundo lugar, y siempre guardando las proporciones, los tres candidatos apelan a un nicho de izquierda inconforme con el actual gobierno en materias de política económica (programas de asistencia social y redistribución del ingreso más amplios, diversificación de la matriz productiva y mayor participación del Estado en la economía) y de política internacional (cercanía a los proyectos anti-imperialistas y multipolares y el apoyo irrestricto a la causa palestina).

Hace poco tiempo, el sindicalista Cristian Cuevas, líder de los populares, comentó en una entrevista a “El Ciudadano” la necesidad de una primaria presidencial de la izquierda popular, mencionando como potenciales candidatos a ME-O, Jadue y Jorge Sharp. Solo el tiempo dirá si esta coalición extraparlamentaria continua su rumbo, si se amplia a otras fuerzas afines (como el sorpresivo Partido Alianza Verde Popular) o si se disuelve en el éter.

NOTAS

[1] En cuanto a elecciones municipales, los partidos “de derecha” (UDI, RN, Evopoli, Partido Republicano y Partido Social Cristiano) consiguieron un total de 131 alcaldes y 1092 concejales contra los 111 alcaldes y 1026 concejales conseguidos por Contigo Chile Mejor (lista única de la Alianza de Gobierno junto a la DC). Esto representa un aumento de 44 alcaldes y 306 concejales para la derecha y una pérdida de 39 alcaldes y 321 concejales para las fuerzas del gobierno respecto a la anterior elección de 2021. Para las elecciones regionales, las fuerzas de la derecha obtuvieron 6 gobernadores y 162 consejeros, mientras que las fuerzas del gobierno obtuvieron 8 gobernadores y 100 consejeros (sin contar los 29 obtenidos por la DC). La derecha sumó 5 gobernadores y 37 consejeros, mientras las fuerzas gobernistas mermaron 4 gobernadores y 43 consejeros respecto de la contienda anterior.

[2] Desde este espacio somos reticentes a catalogar a Kast como un “populista” debido a la ausencia de apelaciones al bajo pueblo en su discurso y la incapacidad de erigir un discurso anti-elitista remotamente creíble. Es bien difícil lograr identificación con el chileno común siendo un abogado de la PUC, hijo de inmigrantes alemanes, con familia numerosa, que habla “con la papa en la boca” y que no sabe hacer fideos con huevos fritos.

[3] Respecto a dicha comparación, recomendamos el siguiente análisis: www.elciudadano.com/chile/johannes-kaiser-y-la-potencial-produccion-de-un-milei-chilensis/12/20/

[4] Ciro Gomes es un abogado y político brasileño que se ha desempeñado como diputado estatal, alcalde, gobernador, diputado federal y ministro. Además de esta nutrida carrera política ha destacado por sus sucesivos intentos de llegar a la presidencia (1998, 2002, 2018 y 2022).

[5] Daniel Jadue obtuvo 692.862 votos, mientras que el PCCh en las demás contiendas de 2021 consiguió 464.885 votos para diputados, 335.673 para senadores, 331.893 para alcaldes, 562.316 para concejales, 210.110 para gobernadores (solo en primera vuelta) y 448.137 para consejeros regionales

[6] Sobre la coalición “Izquierda Ecológica Popular” es curioso reparar en el hecho de que tanto el PH como el PI redujeron su caudal electoral y sus representantes electos respecto del 2021. Por otro lado, es necesario mencionar que el único candidato electo del PC(AP), Daniel Muñoz (concejal por Pedro Aguirre Cerda) concurrió como independiente por fuera de la coalición.