No hay espacio para medias tintas en los eventos coyunturales históricos. En la conmemoración de los 50 años del fatídico 11 de Septiembre, recordamos una de las más grandes traiciones de la historia nacional. Aquel día se quebrantó la Constitución y se apuntaron las armas contra la casa presidencial, quemando la bandera. La oligarquía de Chile entregaría el país a la mano extranjera. Allende se comportó como un verdadero y digno Presidente de Chile; prefiriendo la muerte, entregando el pecho, antes que rendirse al enemigo. Fue tal la avaricia la oligarquía que prefirió el dominio de un invasor internacional mercantil, antes que la soberanía política de los trabajadores y trabajadoras de la patria.

Desde el Círculo Patriótico Chile rendimos un homenaje a todos los compatriotas que han sido consecuentes con la soberanía nacional, y arriesgando su vida la defendieron, muchos de aquellos la entregaron en nombre de la patria; ya sean trabajadores y trabajadoras sin ideología política definida, simpatizantes de un sector de izquierda, socialdemócratas, niños, ancianos, demócratas de la época, funcionarios de las fuerzas armadas leales a la constitución, policías, seguidores del verbo de Cristo y ateos, y sobre todo, aquellos que se levantaron en armas contra la tiranía y el despotismo de la crueldad.

En virtud de esta conmemoración, hacemos un llamado a no permitir que la tiranía oligárquica sea justificada y normalizada. A tomar las riendas de nuestro destino nacional y expulsar al amo extranjero que desde las sombras, continúa imponiendo sus criterios de la miseria, el oscurantismo y la avaricia en nuestra tierra con la colaboración de sus perros nacionales. Hay que desatar las fuerzas liberadoras de esta tierra profunda contra el dominio de la bestia usurera venida del norte del mundo.

Quienes algún día incentivaron el Golpe de Estado, hoy aún se pretenden presentar como salvadores. Otros siguen promoviendo el “pinochetismo”. En honor a la memoria de los caídos, ejecutados, torturados, desaparecidos y exiliados, es nuestro deber despojar a los traidores de toda cuota de poder dentro de nuestro Estado nacional. Los venceremos.