Plantear que existe una crisis en la educación chilena no es novedad. La crítica es transversal y viene desde diversos sectores políticos y económicos. Se apunta al poco gasto o "inversión" por parte del estado, al fallido proceso de municipalización en las primeras etapas de la dictadura militar y, ahora, el fallido intento de traspasar la responsabilidad de los recursos que se utilizan en educación a las corporaciones educacionales. También hay otros elementos de crítica que surgen sobre todo recientemente y este apunta a la supuesta ideologización de la educación, crítica que viene principalmente de sectores conservadores/religiosos que apoyados por bancadas de derecha intentan mostrar que el problema de la educación en la actualidad no es el hecho de que el estado no sea garante de esta, ni que promueva una educación acorde a nuestros tiempos y necesidades, actualizada y útil para la vida de los estudiantes. Tampoco se trata de las paupérrimas condiciones laborales de los trabajadores de la educación, nada de esto es relevante frente a la gran amenaza "ideológica" de la teoría de género y el feminismo radical con el cual se pretende "reeducar" a los jóvenes y niños en esta especie de distopía "gay/comunista" que tanto temen sectores de la derecha republicana y religiosa. Tampoco podemos desconocer algunos hechos puntuales y concretos que también forman parte de la extendida crítica hacia la coalición de gobierno supuestamente de izquierda actualmente instalada en el poder.
Sabemos que q la izquierda institucional, en especial su cúpula borró de su praxis cualquier atisbo de "lucha de clases" reemplazándola por las "luchas de las minorías", influenciados principalmente por algunos de los filósofos de posmodernidad, en particular Foucault como gran referente. Esto ha repercutido primero en el ámbito académico y luego a nivel de políticas públicas. Esto hasta cierto punto es entendible debido a que la educación se quiera ver o no, es un campo para la formación política aun cuando se le intente disfrazar de un escenario de imparcialidad absoluta. Cada gobierno ha tratado de imponer su impronta a través de la educación y dado que no existe un plan nacional real y a largo plazo las contradicciones del sistema neoliberal a nivel filosófico y político se expresan en la nefasta condición de la educación chilena actualmente.
Los profesores hemos visto cómo de manera forzosa y muchas veces sin las condiciones materiales ni metodológicas, se intentan establecer políticas de integración bastante precarias, se les otorgan recursos a corporaciones y fundaciones que no dan cuenta de estos y si sumamos el efecto que la pandemia produjo en los aprendizajes de los estudiantes se forma un caldo de cultivo para que el sector más recalcitrante de la derecha haga gárgaras de la educación erigiéndose como sus defensores y en particular del derecho "preferente" de los padres en la crianza de sus hijos, especialmente en al ámbito "valórico". El objetivo detrás de la supuesta "libertad de enseñanza" es perpetuar el negocio de colegios y escuelas en donde solo opera la lógica de la obtención de recursos tanto públicos como privados dejando todo lo demás en segundo plano. (educación particular subvencionada y privada) Una vez más la izquierda "progresista" deja un terreno abierto para que la derecha a través de su gran maquinaria mediática y su representación en el parlamento y ahora en la convención constitucional dicte los fundamentos bajo los cuales se edificará la educación chilena en el futuro.
Dadas las condiciones expuestas, una gran cantidad de profesores/as están abandonando las aulas debido a múltiples factores entre los cuales destacan el agobio, bajos sueldos y las condiciones de inestabilidad laboral que son transversales a cualquier tipo de administración, sea esta pública, particular subvencionada o privada. La situación de las escuelas libres no es mejor y es digna de una análisis especial, ya que se encuentran casi en el abandono por parte del estado y propensas a implementar metodologías que no tienen una verdadera base científica, ejemplo de ello es el sistema "Waldorf” [1] muy influenciada en sus primeras etapas por el filósofo Rudolph Steiner quien afirmó en su libro "The Mission of Folk-Souls" abiertamente que la raza blanca era superior a las demás entre otras enseñanzas supuestamente espirituales. Ofrecer una alternativa a estudiantes con capacidades especiales o diferentes es absolutamente necesario, pero ello debe ser supervisado por una entidad pública que resguarde la calidad y validez de las metodologías. Actualmente la Superintendencia de Educación actúa con un rol vagamente fiscalizador, esencialmente burocrático, con una muy baja incidencia en los problemas y desafíos que presenta el sector educativo.
La importancia de abordar el tema de la educación desde una perspectiva filosófica y política, crítica del sistema neoliberal y sus fundamentos, radica en que, solo a través de esta, se puede formular un nuevo sistema educativo que transforme el escenario indigno en el que se encuentra la educación de nuestro país en uno donde la comunidad educativa a nivel nacional se sienta parte de un gran proyecto común entendiendo y valorando realmente la importancia que la educación tiene para el desarrollo individual y por sobre todo social. No simplemente pasar por un coladero donde quedan atrapados aquellos que por circunstancias materiales no accedieron a una mejor preparación. Alguna vez existió una idea que iba en esa dirección, se llamaba Plan Nacional de Educación, pero fue desechada tanto de sectores de derecha como algunos de izquierda que también temían por la "libertad de enseñanza" Con un 20% de profesores que abandonaron el aula al quinto año de ejercicio (2021) está claro que estamos frente a una crisis sin precedentes. No debemos olvidar las cifras del período 2021 - 2022, en donde sólo en la Región Metropolitana las licencias médicas aumentaron un 353%, un número absurdo pero real, que dice mucho respecto de la salud de los profesores. La mayoría de las licencias médicas son por salud mental, una situación preocupante.
Muchos trabajadores de la educación vieron con algo de esperanza que asumiera como Ministro el señor Marco Ávila, pensando que con un cambio de gobierno y con el hecho de que Marco Ávila sea profesor, las políticas al fin iban a apuntar a mejorar las condiciones laborales y de los estudiantes, potenciando la educación pública, sin embargo, los hechos muestran que a la fecha poco se ha avanzado, es uno de los ministerios peor evaluados (59% de desaprobación, según CADEM). Los nombres que acompañan al ministro muestran cuál es la dirección que se pretende tomar, por ejemplo, se nombró como subsecretaria de educación a Alejandra Arratia, quien fue directora de la organización Educación 2020 (actualmente la directora de esta organización es la Ingeniera Comercial Claudia Castañeda Clarke) el cual se trata de un "movimiento" controlado por parte de la elite social demócrata cuya agenda es profundizar en cambios cosméticos de tipo "primermundista" mientras la base del sistema y el modo de administración sigue siendo neoliberal, favoreciendo a quienes tienen más recursos. Lamentablemente, vemos cómo la crítica al ministro ha sido tomada por la derecha religiosa la cual apunta más a su orientación sexual que a su relación con los grupos económicos de poder.
Dicho lo anterior, tampoco debemos caer en la inmovilidad nihilista de pensar que nada tiene solución. Lo primero es entender que la Educación no es un terreno libre de política sino todo lo contrario. Hay que entender la educación como un espacio de lucha por la hegemonía cultural y política, no se trata solo de permitir que el conocimiento, el saber y las habilidades puedan ser aprendidas por todos los habitantes del territorio nacional sin distinción y que estas les permitan adquirir herramientas de desarrollo integral tanto en lo material como lo intelectual, sino también como un terreno de difusión de una determinada cultura, que ciertamente aun debemos construir, de la mano de las clases populares y no solo desde la visión de una determinada elite política, económica y/o religiosa.
Notas
[1] Metodología pedagógica nacida de Rudolf Steiner. Se basa en la antroposofía, corriente esotérica creada por el mismo autor. Busca entregar un alto grado de autonomía en el desarrollo del aprendizaje del alumno; potenciando una libertad de aprendizaje sin una estructura definida. Mezcla conceptos científicos y esotéricos. Actualmente Las Escuelas con metodología Waldorf desconocen la influencia de Steiner y se amparan en el discurso liberal/progresista.
Bibliografía
GAETE SILVA, Alfredo; CASTRO NAVARRETE, María; PINO CONEJEROS, Felipe y MANSILLA DEVIA, Diego. Abandono de la profesión docente en Chile: Motivos para irse del aula y condiciones para volver. Estud. pedagóg. [online]. 2017, vol.43, n.1 [citado 2023-05-20], pp.123-138. Disponible en:
-www.colegiodeprofesores.cl/2022/11/09/datos-el-abandono-a-la-salud-laboral-del-profesorado/