Por Oscar Torres

Gran cantidad de problemas ambientales deriva de una interpretación antropocéntrica del impacto ambiental. Bajo la mirada de diversos autores, esta concepción ha quedado obsoleta en cuanto a las necesidades contemporáneas relacionadas al manejo del impacto ambiental en pos del desarrollo económico, donde concurren no pocos factores.

La interpretación antropocéntrica del medio-ambiente concibe al ser humano como un fin en sí mismo y al resto de factores bióticos y abióticos (organismos vivos y factores no vivos del medio ambiente; ejemplos de factores no vivos del medio ambiente, o sea factores abióticos, son las piedras, la acidez del suelo, la calidad del aire, etc.) solo como un medio (García y Corral, 2014:84). Esto deriva en dos consecuencias fundamentales (derivadas de la concepción antropocéntrica del impacto ambiental) primero, considerar a otras formas de vida como más o menos importantes en la medida que le sean útiles a la humanidad (Es necesario hacer énfasis en el hecho de que con los medios actuales, no somos realmente conscientes de la utilidad de determinadas formas de vida por falta de estudios científicos) y segundo, el sentir y/o poseer la facultad de servirse de la naturaleza sin límites (práctica que degrada el valor económico de los territorios al desarrollar actividades económicas de forma insostenible, hipotecando la productividad económica a largo plazo).

Esto nos remite a la práctica de una ecología superficial, aquella que está centrada absolutamente en el ser humano. Ve a este por encima o aparte de la naturaleza, como fuente de todo valor, y le da a aquella un valor únicamente instrumental. (ibíd).

La práctica de una ecología superficial puede resultar tentadora en términos económicos para el desarrollo de un territorio a corto plazo, sin embargo, está lejos de ser efectiva para dichos fines a mediano-largo plazo. Esto se debe principalmente a que, concebir factores desde su individualidad en el impacto ambiental para tomar decisiones relacionadas al medio-ambiente es desconocer las complejas relaciones de interdependencia que existen en la naturaleza entre los factores bióticos y abióticos.

El impacto ambiental por su parte, está estrictamente ligado a la economía de los grupos humanos, ya que dependiendo del manejo de este, cierto espacio mantendrá, aumentará o disminuirá su potencial económico.

Cuando hablamos de complejas relaciones de interdependencia en el medio-ambiente nos referimos a la suma de factores que convergen a la hora de realizar una alteración en la naturaleza, esto significa, en términos prácticos, por ejemplo; que talar un bosque no es solo la extracción de madera, sino que, significa el desplazamiento de fauna hacia otros sectores, modificación en la composición del suelo, reducción de la absorción de CO2, la desaparición de especies de hongos en el lugar y la aparición de otras, etc.

Como evolución de la concepción antropocéntrica en materia ambiental aparece el Capitaloceno; una corriente actualizada que busca identificar el verdadero lugar de la humanidad en la ecuación del impacto ambiental. Imagine tener que decirle a una familia que ha vivido siempre la miseria, cuyos hijos están desnutridos, famélicos u obesos por mala alimentación, que la crisis también es culpa suya y que debe hacer sacrificios para solucionarla. Hoy, gracias a varios estudios, podemos probar la mayor responsabilidad de los ricos y poderosos en la crisis actual (Cano, 2017:9)

El Capitaloceno reconoce la complejidad de interacciones entre lo biótico y lo abiótico y entre la especie humana. No reduce el factor humano a un único factor en sí mismo, sino que reconoce que la especie humana aporta distintos factores, con valores distintos a la ecuación del impacto ambiental atendiendo a características como estrato social, actividad económica, etc. Por ejemplo, la diferencia del impacto que supone la población urbana y rural, pobres y ricos, empresarios de procesos industriales y empresarios de extracción de recursos naturales, etc. Dicho esto, posicionados fuera de la idea antropocéntrica, podemos reconocer que, según la concepción capitalocenica, la importancia de factores bióticos y abióticos no se reduce solo a la utilidad humana, sino que, su importancia es más compleja, radica en una utilidad sistemática, se concibe al medio-ambiente como un todo, conectado entre sí e interdependiente. Esta idea es fundamental para el resguardo efectivo, en primer lugar, del ecosistema, y en segundo, de la economía a mediano y largo plazo.

El ecosistema debe ser protegido con el objetivo de asegurar la supervivencia de la especie humana en condiciones lo más óptimas posibles, lo que está estrictamente ligado a mantener el potencial económico de los territorios. Esto solo puede lograrse estudiando la interdependencia que existe en la naturaleza desde su importancia sistemática. Cuando un empresario va a realizar una actividad económica, por ejemplo forestal, no basta que la ley contemple la reforestación eventual de árboles, es una reacción demasiado simple e ignorante, porque se verá alterada la capacidad hídrica del lugar, la acidez del suelo, la alteración de la fauna, flora y funga existente, etc. Factores que de no considerarse, tanto en materia de mitigación de impacto ambiental como tributaria, degradan profundamente el medio-ambiente y el potencial económico del territorio en cuestión. Bajo este mismo ejemplo, una vez cosechados los árboles del cultivo forestal aunque se reforeste, la degradación del suelo podría ser tal que su potencial económico se vería mermado durante muchos años dejando ese espacio prácticamente inerte.

También se da el caso de que, para maximizar utilidades, el empresario forestal simplemente lotea y vende el terreno degradado, pudiendo generar un daño ambiental incluso aún mayor que el impacto producido por la actividad económica. Generalmente cuando concurren estas acciones se fragmentan los espacios, poblándose progresivamente, lo que nuevamente nos retrotrae a la interdependencia sistemática de la naturaleza. Un claro ejemplo del funcionamiento de la interdependencia ecosistémica es posible vislumbrarlo cuando las personas que llegan a habitar esos loteos, vendidos por el empresario forestal que ya degradó el potencial del terreno, no son conscientes de la importancia sistémica de los factores ambientales y cometen acciones dañinas como la introducción de fauna exótica (ejemplo perros y gatos) que profundiza el daño hacia la fauna nativa. Al perjudicarse la fauna nativa también se perjudica la flora, la funga, el suelo, y así sucesivamente. Sin embargo esta interdependencia mencionada, necesaria de estudiar, no radica su importancia solo en la protección del medio ambiente, es necesaria para maximizar utilidades y avanzar en el desarrollo social y económico. Nuevamente podemos utilizar el ejemplo forestal, ya que, debido al desconocimiento de las relaciones de interdependencia de los Pinos cultivados en forestales y los hongos comestibles asociados es que no se aprovecha esta materia prima que se desperdicia en grandes cantidades y posee gran potencial alimentario. Hongos comestibles como Suillus Sp y Lactarius deliciossus crecen asociadas a plantaciones de Pino en cantidades suficientes para generar una industria alimentaria.

En definitiva, a corto plazo los beneficios de la concepción antropocéntrica capitalista otorgan utilidades rápidas, pero a mediano-largo plazo los costos son mayores, por la degradación del potencial económico de los espacios y el daño ambiental producido. La concepción otorgada por el Capitaloceno es la más adecuada actualmente para tratar la relación humano-naturaleza con el objeto de; resguardar los territorios, su potencial económico y la naturaleza necesaria para la subsistencia, desarrollo y evolución humana.

Referencias

GARCÍA, Fernanda y CORRAL, Victor (2014): “Sintonía humana con los principios ecológicos: Un marco conceptual para el desarrollo sustentable”. PSICUMEX Vol 4 79-97. Universidad de Sonora. México.

CANO, Omar (2017): “Capitaloceno y adaptación elitista”. Ecología política. Disponible en: Capitaloceno y adaptación elitista