Por Eduardo Donoso
《Consideramos que hemos logrado comprender plenamente el papel que el Chileno auténticamente patriota ha de asumir hoy. Y a la par de ello, hemos logrado llegar a una entrega total y absoluta.》
Raúl Pellegrin Friedmann (comandante José Miguel). Dirección Nacional del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. (FPMR). 1984.
Quien se atreve a empuñar un arma y dar la vida entera por la causa patriótica y popular, es digno de honrar. Su ejemplo de entrega es una lección histórica.
Un día como hoy, jóvenes guerrilleros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, se deciden a enfrentar la tiránica bestia de la oligarquía, y asestar un duro golpe a la moral de aquellos que se creían inmortales, intocables. Víctor Díaz, hijo del desaparecido dirigente Víctor "Chino" Díaz, participante del Frente, relata que antes de partir a la famosa Operación, la comandante Tamara, Cecilia Magni, reproduce una cinta con el último audio del compañero presidente Salvador Allende. Ese iba a ser el gran día en que se iba a pagar con sangre "la cobardía, la felonía y la traición".
Es así como un 7 de septiembre de 1986, se concreta la llamada Operación Siglo XX, donde guerrilleros frentistas, fueron llamados a consolidar el ajusticiamiento popular contra el General traidor y temeroso, Augusto Pinochet, mientras él y su escolta iban camino por el Cajón del Maipo. Los jóvenes rodriguistas, llevaron a cabo esta operación aun a sabiendas que esa noche, podrían perder sus vidas.
Convencidos y con máxima entrega por la liberación de la patria, toman en sus manos las armas con las que iban a dar fin a quienes traicionaron sus juramentos, y que saquearon, torturaron al Chile auténtico; obrero y campesino. Pinochet, en vez de comportarse como un General y pelear de frente, se aterró ante el ataque y sacrificó a su escolta. Tras el ataque y como legítimo hijo del oscurantismo y la superstición, interpretó la figura de la Virgen María entre los vidrios trizados de un auto.
Una obra como ésta, en plena dictadura, no pudo haber sido reproducida sectores del nacionalismo reaccionario. Estos fueron entes serviles a las élites apátridas, mendigando algún cargo de poca monta, apoyando la tiranía o manifestando entre pasillos una cómoda y segura “disidencia moral”. Los rodriguistas, en cambio, supieron hacer patria a través de la praxis revolucionaria, con total valentía y determinación, superando el miedo a la muerte, con tal de iniciar un proceso de liberación nacional, donde Chile empezara a reencontrar su destino, a partir del sueño arrebatado.
Recordamos a quienes estuvieron prestos al sacrificio y juraron ¡VENCER O MORIR!
"Sepan, ustedes hermanos, que cada uno de nosotros que tenga que caer, lo hará siendo inmensamente feliz. Pues los rodriguistas consideramos que hemos alcanzado la más plena felicidad que pueda alcanzar el hombre"
Raúl Pellegrin (Comandante José Miguel). Dirección Nacional del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). 1984