Por Camarada F.

En el mundo actual proliferan por doquier falsas rebeldías que en nada amenazan las posiciones de dominio del gran capital oligopólico, principal enemigo de los pueblos e inusual amenaza contra la vida sobre la Tierra. Los “tanques de pensamiento” y las instituciones “culturales” del mundo capitalista desarrollado han sabido diseñar nuevas y sofisticadas tretas de sumisión dirigidas especialmente contra la juventud de los países dependientes y periféricos, tan llena de carencias como de anhelos. Estas tretas las hemos definido como “ideologías ad hoc” y son planteamientos pseudoestructurados en un “relato” construido con base en ciertos estudios de mercado, donde se definen y encuadran “categorías sociales objetivo” (target) y se busca una “propuesta sociopolítica” o cultural que los pueda satisfacer a cada uno de ellos en forma “personalizada”, y que, al mismo tiempo y más importante, contribuya a garantizar la perpetuación del dominio capitalista sobre el mundo.

En nuestras sociedades pluriclasistas, plurinacionales y tejidas de antagonismos, gobernadas por pésimos dirigentes, plagadas de carencias y miserias, es fácil y natural que en el escenario social cunda la confusión. Viejas heridas y antiguos rencores, sumados a las nuevas contradicciones, son usados por los centros estratégicos del poder mundial para sembrar cizaña. En resumen, su enfoque se basa en fomentar cualquier pugna social que trate de temas de importancia lateral, sostener y difundir las posiciones polares de la supuesta “grieta”, incrementar la reacción en torno a tales temas, plagar las vías de comunicación del ruido generado, y ocultar así las contradicciones fundamentales y principales del sistema. Si bien para Marx en toda ideología había un afán de “ocultamiento de la realidad”, y especialmente un ocultamiento de la lucha de clases, estas nuevas “ideologías ad hoc” resaltan por su artificiosidad, simpleza y tosquedad, así como por el hecho elemental de haber sido construidas literalmente “por encargo” en los “tanques de pensamiento”, buscando formas cada vez más sofisticadas (y desesperadas) para perpetuar y perfeccionar el actual sistema socioeconómico.

Hoy vemos que, a través de las películas, las series, la TV, y especialmente los “institutos culturales” del sistema, se abren amplios espacios para ideologías políticas de lo más variopintas, todas tienen sus representantes y algunas, más que otras, incluso son promovidas con descaro. Hay espacio para todo, menos para el marxismo leninismo. Es el único pensamiento que parece engendrar el rechazo general, haber quedado en el pasado, estar obsoleto y falseado, ser un peligro para la libertad y para los “derechos humanos”, ser contrario a la “naturaleza humana” y a los dioses, en fin: el único pensamiento proscrito. No lo mencionan en las facultades más que para insultarle y difundir calumnias contra él y contra quienes creyeron o creen en él. Se prefiere que los jóvenes deriven hacia el anarquismo, el neonazismo, o hacia las más variadas formas de ideologías ad hoc supuestamente progresistas y radicales, porque se sabe que estas tendencias no son una amenaza para el poder.

Y sucede que algunos simplemente no queremos ser ninguna de las opciones que nos ofrecen, no, rechazamos su paleta de colores. Nace y emerge una juventud trabajadora que ha logrado descubrir, a pesar del silencio y las calumnias generalizadas, que en el marxismo leninismo habita una tradición inusualmente creadora, increíblemente revolucionaria y plenamente fructífera de éxitos y avances para la causa de la Humanidad, para la emancipación del hombre, para la extirpación de las opresiones, para la derrota de los explotadores. Y es debido a esa historia gloriosa que tanto lo odian y lo temen los opresores del presente. La importancia de adherir a un tronco firme, dotado de probadas cualidades, es clave para el éxito de cualquier proceso de subversión eficaz. En el marxismo leninismo como tradición y como concepto cristaliza una de las columnas sostenedoras de la revolución chilena. La otra columna es la historia y el espíritu de nuestro pueblo, ese pueblo mestizo que hace parte de la nación más joven del mundo, la Gran Nación Latinoamericana.

Entre tantas mentiras y distorsiones, se nos ha dicho que el marxismo leninismo es europeo y extranjerizante, olvidando su carácter creador y antidogmático por excelencia. La historia de Nuestra América nos demuestra con creces que seguir este camino es posible y necesario. Hoy, en un nuevo aniversario de la Gesta Heroica del 26 de Julio, recordamos que sólo por la vía cierta de la Revolución de Liberación Nacional, Socialista y de Democracia Popular, será posible tener los derechos, ventajas y oportunidades de las que hoy gozan otros pueblos, las que nuestro pueblo también exige con urgencia. Fidel, Camilo, Abel, Haydeé, y tantos otros nos miran desde el infinito con la certeza del porvenir. Este tiempo de sombras, trucos y confusiones ya termina. Lo hemos jurado. Ya llega el alba.

SIEMPRE ES 26 DE JULIO

INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA

PATRIA O MUERTE. VENCEREMOS