La sustentabilidad se ha vuelto una temática de discusión importante en los debates contemporáneos en torno al medio ambiente y su protección, la economía, producción y políticas dirigidas para esos fines. Sin embargo, se trata de un concepto complejo, pues son diversos los factores que influyen en su objetivación. Por una parte, tenemos el factor económico, que va estrictamente ligado a las necesidades del país y su población, que determina una demanda constante de recursos. Por otro lado, tenemos condiciones materiales innegables como lo son las limitantes lógicas del desarrollo mencionadas por primera vez por el ecólogo Robert Whittaker en su libro “Communities and ecosystems” (1975). 1.- La condición de limitados de los recursos naturales y 2.- La capacidad de carga de las áreas naturales que también es limitada.
A estos aspectos también debe sumarse la capacidad tecnológica y científica de una nación para ejecutar actividades económicas de una u otra forma, que inevitablemente tendrán un impacto en la proyección de los recursos afectados. Habiendo dicho esto, podemos en principio acordar que:
“Un proceso es sostenible cuando ha desarrollado la capacidad para producir indefinidamente a un ritmo en el cual no agota los recursos que utiliza y que necesita para funcionar y no produce más contaminantes de los que puede absorber su entorno.” Calvente, A. M. (2007). El concepto moderno de sustentabilidad.
En base a lo anterior, cabe entonces preguntarnos el alcance del concepto. Puesto que, la sustentabilidad no se limita a un proceso determinado o una actividad económica en específico, sino que, es una forma de desarrollo. Debido a lo complejo de la relación entre la producción y sus consecuencias ecológicas, la sustentabilidad no puede ser restringida a un área o rubro determinado. Al hacerlo, estaríamos desconociendo la composición misma de los medios donde nos desarrollamos, que están compuestos por factores tanto bióticos (organismos vivos) como abióticos (factores no bióticos pero fundamentales en los ecosistemas pues influyen directamente en los factores bióticos, por ejemplo; propiedades de los suelos, aguas, geografía, etc.).
Si nos enfocáramos de forma estricta en desarrollar “sustentablemente” el rubro forestal, estaríamos generando procesos que permitirían producir recursos forestales madereros constantemente. Sin embargo, aunque no se contaminara más de lo que puede absorber el entorno, esta pseudo-sustentabilidad pasaría por alto cuestiones como acidificación de los suelos, desplazamiento de especies de fauna natural o desaparición de flora y funga nativa. Por lo consiguiente, limitarnos únicamente a producir de manera reiterada no generando más contaminantes de los que pueden ser contenidos por el medio en un rubro cualquiera, es insuficiente para considerarse sustentabilidad. La sustentabilidad va de la mano con la ciencia y la investigación y, a su vez, con la cultura, la educación -y hoy también- con la innovación en la utilización de recursos que no se consideran a nivel general como actividades económicas potenciales (Ejemplo: Los recursos forestales no madereros.) Es una macro política y en ningún caso micro. En conclusión, podríamos definir a la sustentabilidad como:
“Una forma de impulsar el desarrollo económico nacional y satisfacer las necesidades materiales de la población donde, en base a la evidencia científica y la investigación, se utilizan los recursos disponibles en el medio donde nos desarrollamos, de tal forma que, se resguarda su proyección y disponibilidad en el tiempo, en conjunto con el cuidado a los factores bióticos y abióticos que a él se asocian. Equilibrando así, la necesidad de recursos, con la preservación de estos.”
Por todo lo dicho, la sustentabilidad es completamente contraria al consumismo, al extractivismo, e inclusive a la producción netamente de materias primas para su venta en el mercado internacional. Un desarrollo sustentable solo puede alcanzarse valorando de la mayor forma posible los recursos que extraemos, preservándolos tanto cultural como científicamente, así como económicamente preocupándose de transformarlos en cuestiones más valiosas que materia prima (Ejemplo: No basta con extraer el cobre, hay que producir el cableado). Lo que nos lleva a la necesidad de impulsar la industrialización nacional y pública para valorar y alcanzar la sustentabilidad, considerando y respetando los intereses de las comunidades. La sustentabilidad es entonces, completamente contraria al libre mercado y al modo de producción capitalista.
En consecuencia, con el modelo económico-político actual y la falta de industrialización, hacen imposible la sustentabilidad por el momento, esta solo podría alcanzarse dentro del marco de un plan de desarrollo nacional a largo plazo.
Fuentes: -Whittaker, RH. (1975) “Communities and Ecosystems”. Macmillan USA, New York. -Calvente A.M. (2007) “El concepto moderno de sustentabilidad”. Universidad abierta interamericana, Buenos Aires, Argentina.