No podríamos desear paz, ¿Qué paz? ¿La paz donde reina con descaro y tranquilidad la oligarquía? ¿La paz de las migajas y el aturdimiento del conformismo? ¿La paz que se acepta cuando el tirano nos impone su voluntad? predicar paz en tales condiciones es traición, una infamia. No os deseamos paz, nosotros llamamos a la lucha, no al martirio, sino a la victoria, abrir las puertas de la gran epopeya del pueblo, agitar la antorcha para mantener vivo el fuego combativo-prometeico del futuro soberano.
El derrotismo y el nihilismo del canalla que proclama: "nada se puede hacer", pueden producir soñadores infértiles a la espera de milagros, perdiéndose en el mar inútil de los disparates de la mente, pero nunca surgirán de ese desierto carente de valor, ni libertadores ni héroes. No se trata de interpretar el mundo, sino de transformarlo, y el verdadero pensamiento actúa golpeando la realidad estática del mundo.
*Nota: El mural futurista de Julio Escamez estuvo en la sala de Concejo en la Municipalidad de Chillán bastante tiempo hasta que fue borrado luego del Golpe de Estado.