Pelantaro; el toki invencible. Del linaje guerrero del águila luminosa, desde niño destacó por su violencia y liderazgo en los duros entrenamientos de Arauco. A los 9 años dejó gravamente fracturados a tres compañeros de juego en un partido de chueca y a los 15 derrotó a su padre en un combate de lonkitun, estrellando su cabeza contra el suelo. Nombrado toki-general, armó la caballería de Arauco.
Planificó el ataque de Curalaba donde posteriormente fue ejecutado el gobernador Martín García Oñez de Loyola con toda su columna militar (Máximo representante del Rey de España). Pelantaro junto a las fuerzas de Anganamón y Guaiquimilla, iniciaron una rebelión de proporciones nunca antes vistas, destruyó todas las ciudades españolas del sur del Bíobio a excepción de Chiloé, aplastando toda resistencia de las colonias españolas (las ciudades no volvieron a construirse hasta el siglo XIX). Llevaba colgados en el cuello, los cráneos de Pedro de Valdivia y Oñez de Loyola, los cuales ocupaba como jarras de chicha. Nunca cayó en combate.
Cuando Pelantaro ataca con sus demonios de las sombras (wekufes), la élite guerrera de arauco, más miles de guerreros entrenados; el toki grita al cielo y desafía al apóstol Santiago, porque había escuchado la leyenda de que éste apareció montando un caballo blanco en ayuda de los españoles, durante la embestida de Michimalonco en la ciudad de Santiago.
El apóstol Santiago no apareció jamás y las fuerzas de Pelantaro atacaron implacables. El Rey de España lloraba perder la flor de sus guzmanes (sus mejores hombres) en Chile; ni en la guerra de 800 años contra los turcos, ni en toda la conquista americana sufrieron los horrores que les tocó vivir a manos de los “bárbaros” chiliches (así mencionan varios cronistas a los Mapuche).
