Por Luis Bozzo

En tiempos de proceso constituyente, queremos recordar a Camilo Henríquez, que en pleno comienzo del siglo XIX, ya consideraba que el Poder Constituyente reside únicamente en los pueblos libres, en el seno popular que deliberadamente construye su porvenir.
 
 
Todas estas ideas revolucionarias fueron erradicadas luego de la caída de O´Higgins y el posterior triunfo oligarca estanquero-ultramontano en al guerra civil de 1829-1830, reafirmado con la imposición de la Constitución de 1833.
 
 
Fray Camilo Henríquez fue un sacerdote chileno independentista, miembro activo de la Logia Lautaro, redactor revolucionario en la Aurora de Chile, la letra del primer himno nacional (También de proyectos de ley, entre los que resaltan el Reglamento Constitucional de 1812 y el de protección a los indígenas). Enemigo del despotismo monárquico, del irracionalismo. Tiene un puesto entre los héroes de la independencia. En Lima se enfrentó a la inquisición acusado de tener numerosas enciclopedias y libros de filosofía, defendiéndose de forma legendaria frente a los paladines de la confesión.
 
 
Los siguientes fragmentos de Camilo Henríquez escritos a principios del siglo XIX, demuestran su grado de preparación visionaria:
 
 
"La libertad es de dos modos, libertad nacional y libertad civil. La libertad nacional es la independencia, esto es, que la Patria no dependa de la España, de la Francia, de Inglaterra, de Turquía, etc., sino que se gobierne por si misma. La libertad civil consiste en que la ley sea igual para todos." (soberanía y republicanismo).
 
 
"La industria trae las riquezas y las riquezas forman el poder nacional. La industria introduce el trabajo y el trabajo destierra al ocio y a los vicios. Los pueblos laboriosos tienen costumbres. La riqueza y las costumbres son el apoyo, el recurso. el baluarte de la libertad. ¿Como pues han de omitirse los medios indispensables, para llamar la industria a nuestro territorio?" (economía desarrollista-industrial).
 
 
"Existen en la nación chilena derechos en cuya virtud puede el cuerpo de sus representantes establecer una constitución y dictar providencias que aseguren su libertad y felicidad. (...)"que cuando una forma de gobierno llega a ser destructora de estos fines, es un derecho del pueblo cambiarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno, basado en esos principios y organizando su autoridad en la forma que el pueblo estime como la más conveniente para obtener su seguridad y felicidad." (Derecho a rebelión).
 
 
"Está ya en nuestro poder, el grande, el presioso instrumento de la ilustracion universal, la Imprenta [...] La voz de la razon, y de la verdad se oyrán entre nosotros despues del triste, é insufrible silencio de tres siglos [...] ¡Siglos de infamia, y de llanto!" (Razón y educación).